Potsdamer Platz
Siempre se expresó que el pasado sólo vale para mejorar el presente. Un excelente ejemplo de lo dicho es la Potsdamer Platz.
Al igual que Alexanderplatz y muchos otros renovados lugares de Berlín, fue víctima del desastre de la Segunda Guerra Mundial y permaneció en el abandono durante muchísimo tiempo. Como consecuencia de la división generada por el Muro de Berlín —el cual la cruzaba en su lado Oeste—, esta plaza aguardó años para ser reconstruida.
Con el empeño que caracteriza a la ciudad, de aquel sitio hecho añicos crearon lo que es hoy una de las plazas más impactantes y visitadas de toda Berlín.
Su restitución llevó aproximadamente diez años y la rodean edificios de particular magnificencia. En primer lugar, la Torre Sony diseñada por Helmuth Jahn y principal atractivo de la zona. Por las noches, miles de turistas se maravillan con la espectacular iluminación multicolor de este edificio.
No podemos dejar de nombrar la Torre Debis que, en sus 85 metros, alberga oficinas y restaurantes. Renzo Piano, autor de dicha obra y encomendado de coordinar las mejoras de Potsdamer Platz, prefirió jugar con las luces naturales en vez de las artificiales como es el caso del Centro Sony. Este detalle le aporta un aspecto cálido y reconfortante a la edificación.
También en la Potsdamer Platz se lleva a cabo el Festival de Cine de Berlín que, desde el año 1950, premia a películas de todo el mundo con los ya nombrados “osos de oro”.
Y ya que de cine hablamos, en esta plaza encontramos el cine panorámico Imax.
Quizá, volver a ponerla de pie haya tenido sus demoras —tanto en la decisión como en la acción—, pero visitar el lugar y apreciar las modernidades que hoy la invaden compensan tal espera. Más que nada, porque esta nueva imagen sólo nos confirma que aquel pasado amargo de guerras y pérdidas… no hace más que quedar atrás.
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